Aceite puro de argán ecológico para mezclar con tu esencia favorita y emplear como tratamiento facial o corporal.
El aceite de argán, utilizado por las antiguas tribus bereberes del suroeste de Marruecos, ha formado parte desde hace muchos años, de la alimentación básica de las tribus de esta zona, es muy apreciado en cocina por su exquisito aroma y su suave sabor, y además presenta unas propiedades dermatológicas muy interesantes.
En su composición química destaca su contenido en ácidos grasos esenciales, un 80%, de los cuales los más importantes son el ácido oléico y linoléico, sustancias que no pueden ser sintetizadas por nuestro organismo y que forman parte de las membranas epiteliales. El aporte de estas sustancias a la piel proporciona flexibilidad, mejora la elasticidad y retrasa el envejecimiento cutáneo.
Es rico también en tocoferoles, sobre todo en vitamina E, antioxidante natural por excelencia, que evita los procesos de oxidación cutáneos y neutraliza la acción de los radicales libres responsables del envejecimiento celular.
Las mujeres bereberes utilizan este aceite tradicionalmente para cuidar y proteger la piel seca y arrugada expuesta, en muchos casos, a situaciones climáticas extremas. También como excelente mascarilla capilar para nutrir y revitalizar cabellos secos y frágiles y fortalecer las uñas quebradizas.
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